Estrés
Del latín “stringere” “apretar”, del inglés stress “fatiga del material”. El estrés es una reacción fisiológica del organismo, para afronta una situación que se percibe como amenazante o una demanda incrementada.
Biológicamente el cuerpo moviliza todos sus recursos para hacer frente a esta demanda. Este recurso es adaptativo, si es puntual en el tiempo y tiene un principio y un fin. Por ejemplo, un examen, un período de carga de trabajo intensa.
Es aquí donde aparecen los problemas tanto a nivel emocional como a nivel de salud física.
A nivel físico:
- Dolores de cabeza y tensión muscular generalmente en el cuello y la espalda.
- Problemas del aparato digestivo: digestiones pesadas, colon irritable, y acidez de estómago.
- Tensión alta que puede desembocar en problemas coronarios.
- Cansancio físico.
- Enfermedades de la piel: brotes de psoriasis, dermatitis.
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El problema aparece cuando nuestra respuesta de estrés se prolonga a lo largo del tiempo y el cuerpo no se recupera.
A nivel psicológicos:
- Angustia, nerviosismo, y aumento de la ansiedad.
- Alteraciones del estado de ánimo que tornan a estados depresivos.
- Problemas de concentración y memoria.
- Fatiga mental.
- Irritabilidad.
- Insomnio.
- Sensación de embotamiento mental y dificultad para tomar decisiones.
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Con mi ayuda podrás:
- Identificar tus actitudes o conductas que te generan estrés.
- Gestión del tiempo y tus prioridades.
- Identificar tus señales corporales que indican dónde están tus límites.
- Promover tus conductas de autocuidado personal.
¿Has estado alguna vez charlando con un psicólogo?
Dudas frecuentes:
En la actualidad (pero afortunadamente cada vez menos) sigue persistiendo la creencia de que acudir al psicólogo es para los que están «enfermos» o «realmente mal».
Estamos en una sociedad en la que no nos enseña a manejar emociones difíciles como el dolor, la rabia, la tristeza y la vamos aprendiendo torpemente según van llegando a nuestra vida.
A veces utilizamos estrategias de evitación para no sentir aquello que nos incómoda y nos hace sufrir, alejándonos de lo que para nosotros es importante y generando más sufrimiento.
Algunas señales que te ayudaran a tomar la decisión de acudir al psicólogo son:
Cuando tus emociones «desagradables» duran la mayor parte del día, y que afectan a la relación con los otros y contigo mismo/a.
Cuando tus emociones son tan intensas que sientes que no puedes manejarlas.
Cuando tus pensamiento se vuelve obsesivos y te crean sufrimiento.
Cuando utilizas estrategias de evitación para eliminar tus emociones.
Cuando te alejas de las cosas que son importantes en tu vida.