LAURA BAUTISTA PARDO

Soy psicóloga con más de 10 años de experiencia, especializada en terapias contextuales y en el acompañamiento de personas que buscan vivir con mayor claridad, conexión y sentido. A lo largo de mi trayectoria he acompañado procesos profundamente humanos: crisis vitales, relaciones que se transforman, pérdidas que duelen, cambios que movilizan. Y si hay algo que he aprendido es que el sufrimiento no es una falla, sino parte de la experiencia de estar vivos. No se trata de evitar el dolor, sino de transitarlo con mayor compasión y flexibilidad, abriendo paso a una vida más auténtica.

Psicóloga, madre y amiga
Trabajo desde un enfoque que integra la flexibilidad psicológica, la compasión y la conexión con los valores personales. Me interesa menos “arreglar” y más acompañar procesos de transformación real y sostenible. Creo en el poder de una mirada que no juzga, de una escucha que abre posibilidades y de un vínculo terapéutico que sostiene.
Mi enfoque está basado en las terapias contextuales, también conocidas como terapias de tercera generación. Estas terapias no se centran en “eliminar” los síntomas o las emociones incómodas, sino en aprender a relacionarnos con ellas de manera más saludable. Trabajamos con herramientas como la aceptación emocional, el mindfulness, el trabajo con valores y la acción comprometida, para que el malestar deje de ser un obstáculo y podamos avanzar hacia una vida que tenga sentido. El objetivo no es dejar de sentir tristeza, ansiedad o miedo, sino que esas emociones no nos paralicen ni nos desconecten de lo que verdaderamente importa.
Psicóloga, madre y amiga
Uno de los aspectos fundamentales de mi trabajo es la comprensión profunda de que el malestar no nos hace débiles ni nos define como personas. Acompaño desde la convicción de que sufrir forma parte de lo que significa ser humano, y que todos, en algún momento, atravesamos experiencias que nos desestabilizan, nos confrontan o nos hacen sentir perdidos. Esta idea de humanidad compartida nos permite mirarnos con más compasión, reconociendo que no estamos solos en nuestra lucha, y que no hay nada defectuoso en necesitar ayuda. En ese sentido, la terapia no es un lugar donde se “corrigen errores”, sino un espacio seguro donde poder poner en palabras lo que duele, soltar exigencias imposibles y construir una relación más amable y honesta con uno mismo. Desde ahí, es posible empezar a tomar decisiones más libres, más alineadas con lo que realmente importa, incluso cuando el camino no es fácil.

Me he formado en Comunicación No Violenta (CNV), una herramienta que enriquece profundamente mi forma de hacer terapia, especialmente en el trabajo con vínculos. La CNV permite transformar los conflictos en oportunidades de encuentro, al conectar con lo que realmente hay debajo de una crítica, un silencio o una discusión: emociones, necesidades, heridas. En la Terapia Integral de Pareja, esta mirada es clave para fortalecer el vínculo, aprender a dialogar sin dañar y recuperar la capacidad de escucharse y cuidarse mutuamente.
Sigo en constante formación y aprendizaje, guiada por la curiosidad y el deseo de comprender mejor las complejidades de lo humano. Si estás buscando un espacio terapéutico cálido, respetuoso y transformador, donde poder parar, mirar hacia adentro y reencontrarte contigo, estaré aquí para acompañarte.